HACER RODAJES LARGOS A RITMO INTENSO PUEDE NO SER BENEFICIOSO PARA TU RENDIMIENTO

Hacer una sesión a la semana de más kilómetros seguidos de lo que es habitual (día largo) no sólo es un clásico, sino que además es beneficioso para cualquier programa de entrenamiento. Los rodajes largos favorecen y mejoran la vascularización de tejidos musculares, aumentan la capacidad del metabolismo aeróbico, incrementando así la eficiencia de intercambio de oxígeno y nutrientes entre el torrente circulatorio y la musculatura. Los domingos suele ser el día elegido para este tipo de entrenamiento, y además es el día para correr en grupo, y el día en el que hacemos la tirada larga con vistas a la preparación de un maratón. Sin embargo, varios factores se alinean para incitar a que el último día de la semana sea de ritmos cercanos a los de competición, a pesar del amplio kilometraje. Primero, que el domingo estamos relajados, sin prisas, y habitualmente estamos esperando este día durante toda la semana para disfrutar al máximo de nuestro entrenamiento. Además, este día solemos entrenar el grupo, con los consecuentes ¨piques¨. Y finalmente, es el día en el que queremos demostrarnos a nosotros mismos y en ocasiones a los demás que estamos bien, y listos mentalmente para afrontar nuestro reto del maratón. En definitiva, el domingo se convierte en el día de rodaje largo, pero además a ritmos extremadamente rápidos y cercanos a los de una competición. Pues bien, paradójicamente rodajes largos a ritmos intensos no es lo más recomendable para afrontar un maratón, especialmente si estos se realizan a pocas semanas de la competición. Los ritmos elevados de rodaje implican un componente anaeróbico importante, echando por tierra el objetivo de un rodaje largo. Además, ya hemos mencionado en numerosas ocasiones en este mismo blog la importancia de regular la intensidad del entrenamiento, y las razones para ello, especialmente en atletas populares y de edad en categoría veterano (>35 años). Mi recomendación es hacer los rodajes largos a ritmos regulados, por debajo de tu ritmo de umbral. Es importante dejar los entrenamientos intensos para momentos muy específicos de la preparación del maratón, en momentos muy concretos, y por supuesto guardar los ritmos de competición para la competición. En la mente de muchos corredores está la idea de que cuanto más fuerte entrene mayor será el rendimiento en competición. Si entrenas compitiendo, estarás quemando cartuchos que necesitarás en la competición. Entrena a ritmos adecuados y lograrás resultados exitosos en la competición. ¿Te ha ocurrido alguna vez que días previos a una competición has hecho un entrenamiento espectacular que posteriormente no se ha traducido en un rendimiento óptimo en carrera? Reflexiona sobre ello.