Esta mañana he tenido el gran lujo de compartir entrenamiento con uno de los atletas que más ha aportado al atletismo veterano español, Sergio Fernández Infestas. He vivido numerosas experiencias atléticas con «Sergiete», todas ellas llenas de pasión por nuestro deporte favorito; yo diría pasión en nuestra forma de vida, porque creo ninguno de los dos podríamos concebir nuestro día a día sin el atletismo. Pues bien vamos a ello. La idea era hacer un entrenamiento de 3k+1k+3k. Entrenar con Sergiete es algo más que entrenar, es enterarte de todo lo que está pasando en el mundo del atletismo, lo bueno, lo malo, y lo regular. No obstante siempre relatado con cariño, y amor hacia nuestro deporte. Además, Sergiete tiene un Ángel de la Guarda en sus entrenamientos, ya no solo porque no se lesiona, sino porque además siempre tiene a alguien para acompañarle en sus entrenos. La razón, pues porque desborda cariño, amistad y un algo más que es difícil de describir. Vamos al entrenamiento. Empezamos el primer 3 k, y el tío a ritmo ´sub 3´30 va como una rosa a sus más de 60 años. Terminamos el primer 3k en 10´29. En el mil posterior, con su aliento en mi cogote, en 3´21″. A mí ya me sobraba toda la ropa, me quito las mallas, y ahí está metiéndome prisa para no pasarnos ni un segundo en la recuperación de 2 min. Vamos a por el último 3k, 10´25″. Yo pensé que habíamos terminado, pues no, cuando me estoy poniendo de nuevo las mallas ahí va empezando su último mil; joder sin esperarme. Le veo en el 500 jadeando con la ilusión de un cadete, de un niño, como si no hubiera un mañana. Claro, me pongo el último 500 con él de nuevo, para hacer 3´20.
Así es Sergio Fernández Infestas, un apasionado del atletismo, un niño en cada uno de sus entrenamientos, y un extraordinario amigo. Sergiete eres un Crack.
