El tobillo, generador de fuerza clave en en rendimiento de corredores

Los movimientos del tobillo y pie comprenden una compleja estructura cinemática similar a lo que podría ser una cadena cinética cerrada, con una combinación de orquestal de 25 articulaciones. La función biomecánica del pie y tobillo son importantes en la estabilidad durante la marcha. El 60% de las fases del apoyo implican apoyo y carga sobre el suelo. La supinación y pronación tienen lugar durante ciertas fases de la marcha, con el fin de estabilizar articulaciones, y absorber fuerzas durante el impacto.  

La flexión dorsal está asociada a la fase de pronación, y ocurre principalmente en la fase de absorción de impacto con el suelo, con el fin de dar estabilidad y equilibrio. Desde el talón hasta el dedo gordo tienen lugar fuerzas que actúan sobre el pie y la extremidad inferior, las cuales necesitan ser atenuadas. Desde el talón, el 80% del peso corporal cae directamente sobre el calcáneo, generando una fuerza vertical contra el suelo. La función muscular del tibial anterior, junto al extensor largo del dedo gordo y extensores de los dedos es clave para prevenir la excesiva pronación del pie durante la oscilación. De igual manera, los músculos asociados a la flexión dorsal durante el impacto facilita una disminución gradual de la resistencia a la pronación del antepié. El final de la flexión dorsal ocurre en la transición con la fase de impulsión, especialmente atribuida a la supinación.

El tibial posterior, es el músculo generador de mayor fuerza durante la impulsión por medio de la supinación, especialmente en la dirección de aducción con respecto al eje oblicuo de la subastragalina. La componente de flexión plantar asociada a la supinación está especialmente realizada por gemelo y sóleo, con respecto al eje Latero Medial de la Tibio Peroneo-Astragalina (TPA). Los músculos supinadores y flexores plantares desempeñan un papel de gran relevancia en la mayoría de las fases de la marcha, los cuales comienzan la actividad inmediatamente después de la acción de los dorsiflexores. En una primera fase de impulsión, los músculos supinadores y flexores plantares actúan excéntricamente para desacelerar la dorsiflexión. No obstante, tanto gemelo, soleo como tibial posterior pasan inmediatamente a la acción concéntrica con el fin de generar la fuerza necesaria en la fase oscilatoria de la marcha, facilitando la elevación del talón. 

Para aquellos lectores interesados en el trabajo de fuerza del pie, con el objetivo de mejorar la eficiencia de carrera, pueden ver ejercicios en la lista de reproducción de YouTube de mi canal que adjunto abajo. Son cuatro videos para cuatro ejercicios para gemelo / soleo, tibial anterior, tibial posterior y peroneo.

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Luis del Águila

• Doctor en Fisiología.
  (Penn State University, USA).
• Fellowship.
  (Harvard Medical School, USA).
• Licenciado en Bioquímica. 
  (Universidad de Navarra, Pamplona)
• Recordman Nacional Master
• Medallista Internacional Master
• Campeón de España Master
• Campeón Regional Absolut
• Apasionado del Entrenamiento

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