Cuál debería de ser el principal reto del Corredor

El principal reto del corredor popular, incluso me atrevería a decir que también el de élite, debería de ser llegar a un equilibrio entre el entrenamiento de carrera y el entrenamiento de fuerza. Sin fuerza no hay carrera, y así no lleva a ninguna parte prestar especial dedicación a la carrera si en paralelo no entrenamos la fuerza a la misma intensidad. El mayor margen de mejora del corredor está en la fuerza, y no tanto en la carrera. Aquel corredor que sea capaz de entrenar la fuerza de forma exitosa logrará sacar el máximo rendimiento a su entrenamiento de carrera. Además del rendimiento, la fuerza tiene una especial importancia en evitar o disminuir las posibilidades de lesión que en muchos casos van ligadas al entrenamiento de carrera. Solo si estamos fuertes muscularmente, seremos capaces de intentar evitar desequilibrios musculares y disminuir al máximo el riesgo de lesión. Por lo tanto, la importancia del entrenamiento de fuerza es doble; Por un lado mejoramos la eficiencia de carrera y el rendimiento deportivo. Pero además un entrenamiento adecuado de fuerza disminuirá el riesgo de lesión muchas veces inherente al entrenamiento de carrera intenso.

Cómo hemos de trabajar la fuerza

Está demostrado que el entrenamiento de fuerza mejora el rendimiento, y disminuye el riesgo de lesión en muchas ocasiones ligado al entrenamiento intenso de carrera. Ahora bien, es fundamental trabajar la fuerza de forma correcta.  Tres son los aspectos fundamentales para trabajar la fuerza de forma eficiente.

  1. Trabajar todo el rango contráctil del músculo, especialmente los últimos rangos de contracción en los que el músculo es especialmente débil. En la mayoría de los acortamientos musculares la causa no es tanto la falta de estiramiento, sino la fuerza en últimos rangos de contracción muscular.
  2. Llegar a la fatiga muscular en cada uno de los músculos que trabajemos. Para llegar a la fatiga hemos de evitar la ventaja inercial de movimientos rápidos y explosivos, ya que de otra manera tendríamos vacíos de fuerza en determinados rangos del movimiento. Estos vacíos de fuerza permitirán un descanso al músculo e impedirán llegar a la fatiga. Sin fatiga no ha adaptación, ni tampoco mejora.
  3. Evitar compensación de otros músculos en el trabajo de fuerza. Es decir, si queremos trabajar músculos débiles, tenemos que evitar que músculos fuertes compensen durante el trabajo de ese músculo. Básicamente, la compensación muscular que ocurre en el gesto de la carrera ha de ser evitada en el entrenamiento de fuerza.

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Formación

Luis del Águila

• Doctor en Fisiología.
  (Penn State University, USA).
• Fellowship.
  (Harvard Medical School, USA).
• Licenciado en Bioquímica. 
  (Universidad de Navarra, Pamplona)
• Recordman Nacional Master
• Medallista Internacional Master
• Campeón de España Master
• Campeón Regional Absolut
• Apasionado del Entrenamiento

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