Es muy habitual en el atleta tener incertidumbre y también dudas sobre el ritmo de salida óptimo en la competición. Adjunto un caso de real, de intercambio de emails con uno de mis atletas previo a la competición de un medio maratón.
Pregunta: «Me gustaría que me orientases sobre qué ritmo sería el adecuado para mañana en Albacete, he pensado en salir a 4´00¨/km, hasta km 5 aprox, y luego bajar poco a poco hasta que el cuerpo aguante¨
Para la respuesta a esta pregunta, adjunto uno de los entrenamientos clave en la preparación de este atleta:
El entrenamiento consistió en un calentamiento de 4 km, más un ritmo controlado a pulso de umbral láctico (3,8 mMol/L), terminando con una vuelta a la calma de 2 km.
Con estos datos, claves para predecir marca en medio maratón, la respuesta al atleta fue:
¨Con respecto a tu pregunta sobre ritmo de salida en tu carrera mañana, yo creo que puedes salir a 3´55¨ en lugar de 4´00¨, lo cual implicaría estar rondando tu marca personal en la distancia¨.
Después de correr el medio maratón, el email que recibo del atleta fue el siguiente:
¨ 1:22:30, lo clavaste!!! a 3:54 por km y unas sensaciones INCREIBLES. En ninguna media que he corrido he tenido estas sensaciones, no sé si es porque llegaba sobreentrenado o porque no asimilaba bien los entrenos, pero la verdad es que entrenaba más kms y más duro que ahora y nunca me salía bien¨
El mensaje de esta entrada es una vez más la importancia de realizar ritmos controlados al ritmo adecuado (umbral láctico) en la preparación de carreras de larga distancia. Son entrenamientos clave que no nos dejan tocados muscularmente, pero que sí nos permiten mejoras importantes en capacidad aeróbica máxima. Por supuesto que no son los únicos entrenamientos a realizar, pero sí son determinantes, especialmente en atletas populares que no disponen de mucho tiempo para dedicar a la recuperación de entrenamientos intensos. En muchos casos, atletas populares realizan entrenamientos extremadamente intensos, difíciles de recuperar y de asimilar. Recordemos que lo que realmente produce la mejora en el rendimiento no es el entrenamiento, sino la asimilación de éste. Si el entrenamiento es excesivamente exigente, y además no disponemos del tiempo ni los medios necesarios para una recuperación adecuada, es muy probable que los resultados sean opuestos a los esperados. Muchos atletas populares entran en un proceso destructivo continuo, con cargas excesivas de entrenamiento, resultando en lesión o bajada significativa del rendimiento.
