El domingo pasado estuve ¨viendo¨ el entrenamiento de un atleta con vistas a un maratón en Septiembre. Cada vez que veo un entrenamiento de este tipo me entra un gusanillo por el cuerpo de envidia sana difícil de explicar. ¨El olor a tartán me pone¨. Llevamos tres semanas de trabajo, que ha consistido simplemente en rodajes, ninguno especialmente intenso, y siempre dentro de los umbrales marcados por el test de lactato realizado a principios de Mayo. El objetivo del domingo era ajustar los ritmos de entrenamiento para las próximos dos semanas antes de empezar el plan específico de 14 semanas para el maratón. El entrenamiento consistió en un rodaje de 9 km, en progresión con tres estadios de 3 km, verificando niveles de lactato en cada estadio. Los resultados fueron los siguientes:
– Primer 3.000 m en 10´42¨ (3´34¨/ km) con pulso de 161 y 2,9 mMol/L de lactato
– Segundo 3.000 m en 10´05¨ (3´22¨/km) con pulso de 171 y 3,1 mMol/L de lactato
– Tercer 3.000 en 9´33¨(3´11¨/km) con pulso de 185 y 12,5 mMol/L de lactato
Los resultados obtenidos en el test realizado tres semanas atrás indicaron un ritmo de 3´28¨ para niveles de lactato de 3 mMol/L. Es decir que a niveles cercanos al umbral anaeróbico (aquel en el que podemos mantener un ritmo constante durante un tiempo prolongado sin agotamiento) este atleta ha mejorado su ritmo de 3´28¨ a 3´22¨. Resultados satisfactorios a pesar del calor al que nos vimos sometidos el domingo. Además, los resultados del último 3.000 del test ¨nos chivan¨, indicando que a día de hoy precauciones hemos de tomar a la hora de hacer ritmos de 3´10¨, ya que el nivel de lactato a estas intensidades se dispara. Con estos resultados el objetivo para las próximas dos semanas es seguir trabajando ritmos de umbral cercanos a 3´22¨, no más rápido, antes de empezar entrenamientos y ritmos más específicos. Por supuesto sin olvidar el trabajo de fuerza, fisioterapia, masaje, etc. Todo en BiClinic.
