Uno de los principales retos que tiene la sociedad hoy en día en lo referente a la salud es la pérdida de peso. Un concepto importante a tener en cuenta es el balance energético. El principio es sencillo, para perder peso la energía gastada ha de ser mayor a la ingerida. El ejercicio ayuda de forma muy positiva, por dos motivos; el primero es obvio, durante el ejercicio se gastan calorías. Ahora bien el segundo es menos conocido por el público en general. El ejercicio tiene un efecto en la activación del metabolismo de hasta 18 hrs después del ejercicio (del Aguila et al. 1999). De esta manera, si hemos hecho ejercicio esta mañana, nuestro metabolismo y por lo tanto nuestro gasto energético se mantiene elevado ya no sólo durante el ejercicio sino que también hasta 18 hrs después de finalizar el mismo. Esta es la razón por la cual es mejor hacer 1 hora de ejercicio en días consecutivos que no 2 hrs seguidas de ejercicio para estar después varios días sin volver a ejercitarnos de nuevo.
Otro concepto importante a tener en cuenta es el tipo de nutriente utilizado durante el ejercicio. Evidentemente aquí lo interesante sería consumir grasas en lugar de carbohidratos o de proteínas. El tipo de nutriente utilizado depende de la intensidad del ejercicio, de manera que en términos globales el mayor consumo de grasas tiene lugar a la intensidad del 65% del máximo de pulsaciones. Ahora bien, esto es términos generales, porque estudios científicos (Gleesson et al. 20o2) han demostrado que esta intensidad es diferente para cada individuo. En una muestra de 6 individuos, en los 6 las intensidades de ejercicios en las que ocurría un máximo consumo de grasas fue diferente, con una variación importante entre cada uno de ellos, entre el 50 y el 80 % de la intensidad máxima de pulsaciones. La única manera de saber individualmente y de forma exacta en qué porcentaje del máximo de pulsaciones tiene lugar el mayor gasto de grasas durante el ejercicio es con una prueba de esfuerzo.
En resumen, la práctica regular de ejercicio físico es importante para perder peso, ya no sólo por los efectos inmediatos de ejercicio en el gasto calórico, sino por el aumento del metabolismo hasta 18 hrs después de finalizar cada sesión de ejercicio. Además, conocer con exactitud la intensidad de ejercicio óptimo en cada individuo es fundamental a la hora de maximizar la pérdida de grasas con un programa de ejercicio.
